Padres huidizos

Por Guadalupe Escobedo Conde

                           

 

Cada tercer domingo del año en México se celebra el Día del Padre, una conmemoración más reciente a la del Día de la Madre y que se festeja con menor intensidad, sin embargo, a fuerza de costumbre social y consumismo va adquiriendo mayor relevancia y quizás sea bueno que también se reconozca la paternidad responsable.

 

Pero de un tiempo a la fecha, toma más fuerza el apelativo de “mamá luchona” y se refiere a las madres solteras, mujeres que ejercen la maternidad solas, sin el acompañamiento de quien las embarazo, sin el compromiso de la pareja que con ella engendró la criatura. Y es una muy mala costumbre, que debe dejar de replicarse, sobre todo en redes sociales, donde comúnmente se denigra a la mujer que decide ser madre, o no tiene otra opción, sin estar en aparejada con un hombre.

 

“La sociedad castiga a las madres solteras, nunca a los padres ausentes” señala la cuenta feminista Ponte Chida Mx.

 

Antes de la pandemia, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2019 de INEGI, reportó a 36.2 millones de mujeres de 16 años y más, como madres de al menos un hijo, de esta cifra cerca del 10 por ciento ejercen la maternidad solas. Esto significa que el diez por ciento de los padres involucrados en la gestación no asumen su responsabilidad, pero la ley obliga a que la mujer si la asuma.

 

De estas víctimas de padres ausentes, el 74.2 por ciento tienen hasta dos hijos, el 26.1 por ciento no tiene instrucción básica completa y apenas el 35 por ciento alcanzó la educación media superior o superior. 7 de cada 10 deben abandonar sus estudios y ponerse a trabajar para sacar adelante a sus hijos. El 26.1 por ciento de las madres solteras insertas en el mercado laboral tienen de 15 a 29 años de edad.

 

En un país donde se fomenta la familia fraternal, donde se venera más al padre que a la madre y se justifica la paternidad ausente, la crítica es despiadada contra quienes deben asumir el rol de madres solteras, además, ellas tienen que enfrentar más obstáculos que cualquier mujer, pues deben desenvolverse en el terreno laboral con la letra escarlata bien puesta en el pecho y la “p” estigmatizada en la frente, a ojos de hombres y mujeres, es un blanco fácil de seducir y de minimizar, para ellos sería sencillo un “acostón” sin consecuencias pues ya debió aprender a cuidarse y para las demás mujeres, algo hizo mal para no tener pareja y estar educando sola al vástago.

 

Las puertas de cualquier iglesia están cerradas para ellas, también plazas laborales pues se prefiere a las solteras, sin hijos, o casadas estables, el crecimiento educativo se aplaza o se anula y debe optar por trabajos con menor salario, pero que les den chance de continuar con la crianza. No es fácil la vida para una madre soltera, por ello, deberían parar las burlas. 

 

Para las madres divorciadas también se hace patente la discriminación en todos los ámbitos, porque decide truncar una relación que debió darle estabilidad, son criticadas y objeto de escarnios debido a que no tiene una pareja que “las defienda”.

 

Islandia es el país número uno en madres solteras, pero allá, la decisión razonada de una maternidad fuera del matrimonio dista mucho de lo que sucede en nuestra nación machista, misógina y chapada a la antigua, aquí da lo mismo que tengas 14,16 o 18 años de edad o estén una edad adulta para decidir, si eres “mamá luchona” los obstáculos sociales serán más, si bien te va, la familia te apoya, sino a la calle a sacar tu vida y la de tu hijo en soledad, un destierro con culpabilidad por una decisión unilateral, seguir adelante con el embarazo y los hijos, pese a la ausencia masculina.

 

Por eso este día del padre, antes de señalar el con dedo acusatorio a las mamás solas, pensemos en ellos, lo que abandonan a las crías sin miramientos de ninguna índole y continúan a salvo de la crítica y denostación, solo por ser hombres.

 

 

 

 

 

 

 

What's your reaction?
0cool0bad0lol0sad

Add Your Comment