En Boca de Todos
Por Guadalupe Escobedo Conde
Un día sin mañaneras
Haciendo alusión a la película “Un día sin mexicanos” de Sergio Arau, quien por cierto ya anuncia una secuela de la historia que sitúa en Los Ángeles, ¿No se le antoja un día sin conferencias presidenciales, sin las mañaneras? O mejor aún, que tal un día sin redes sociales, este binomio de comunicación que últimamente da muchos dolores de cabeza a los mexicanos.
A nivel global, especialistas como el neuropsiquiatra David Szydio confirman que la depresión va en aumento, el último registro indica que en los últimos diez años ha incrementado un 18 por ciento la depresión y 15 por ciento las enfermedades mentales en los seres humanos debido a su exposición al internet y las redes sociales.
En la revista del ISSSTE, donde se publica este estudio, también se alerta que en México la depresión es el factor discapacitante número uno para mujeres y el noveno para los hombres. Con información científica se explica que la tristeza, falta de concentración y la perdida de interés, son males relacionados con la depresión de esta era y que pueden volverse crónicos.
Ahora encima de las exigencias sociales que acosan en redes sociales, los mexicanos estamos expuestos al bombardeo político, nadie que tenga un celular en mano y con datos o wifi, puede estar ajeno a los conflictos mínimos o mayúsculos que se registran en nuestra nación. Todos los días a todas horas un hecho trágico nos explota en las pantallas, la nota roja que hoy va en línea paralela con la nota política.
Por otra parte, para abonar más al encono social, el formato presidencial de salir todos los días a dar la pauta de la información que se habrá de mover en medios y redes, ya está cansando al público y al consumidor de las noticias, ahora aunque el espectador tiene más datos, cada vez es más escéptico ante la vorágine de información, la inmediatez y la confusión.
No se Usted, pero yo veo que cada vez nos enojamos más temprano, por algo que se dijo mal, o está mal visto, o se mal interpreto, peor aún desde temprana hora la nota roja que a fuerzas se quiere enderezar desde palacio nacional, sin conseguirlo, nos entristece, nos deprime, y es que México no compone su rumbo y poco abona tanta tediosa labia política.