UAT investiga impacto del desarrollo humano en las especies de aves locales

 

Como parte de los proyectos de vinculación con la sociedad y de preservación de la naturaleza en el estado, la Universidad Autónoma de Tamaulipas lleva a cabo investigación y catalogación de especies avícolas que habitan en las localidades urbanas y rurales, así como el impacto ecológico del desarrollo de las comunidades humanas.

Por medio de proyectos como Causa Eco, Ciencia Ciudadana y la Tropa pajarera, se puede crear una mejor conciencia en la población sobre las especies que habitan en el lugar y así poder generar una cultura de cuidado de la naturaleza, explicó el Dr. Eleazar Benítez Martínez, de la Dirección de Participación Estudiantil de la UAT.

Dado a los constantes cambios que ocurren dentro de las ciudades locales, pueden tener una reacción negativa o positiva en las especies nativas, sin embargo el Dr. Eleazar Benítez, explica que estos pueden ser de menor relevancia porque en si las urbes funcionan como un eco sistema en sí.

Es por esto que es importante llevar una evaluación sobre las especies que habitan en nuestra zona, conocer sus hábitos y evitar el desequilibrio ecológico de las especies locales, por medio de la evaluación de las acciones o modificaciones que se realicen dentro de las ciudades.

Investiga UAT impacto ecológico en fuentes de agua potable

 

La reserva natural “Altas Cumbres” en Tamaulipas, es una de las regiones de mayor importancia natural, turística y de recursos de uso humano, sin embargo la actividad humana y la explotación o abuso excesivo de estas áreas verdes, ha generado una inestabilidad medio ambiental.

Ante esto, se ha puesto en marcha un proyecto de evaluación de daños y medición de impacto de las actividades humanas en dicha zona, con el fin de generar propuestas de protección de la biósfera ubicada en la Sierra Madre Oriental, este proyecto se encuentra liderado por el investigador Leroy Soria Díaz del instituto de ecología de la UAT.

Con el fin de evitar daño al ecosistema del área protegida Altas Cumbres, el investigador cataloga los daños causados por la actividad humana, que van desde el desecho de basura en lugares inapropiados, hasta la devastación inconsciente de la flora y la fauna.

Para plantear soluciones a estos actos, se invita a la población en general a tomar conciencia ecológica, evitando tirar basura y causar posibles efectos nocivos a la naturaleza o incendios, así mismo se hace un llamado a las autoridades y a las instituciones de preservar para evitar la construcción de asentamientos y edificios en las áreas naturales con el fin de conservar el equilibrio de estas.

Turistas extranjeros admiran la biodiversidad de la Reserva de la Biósfera El Cielo

Turistas provenientes de Estados Unidos e Inglaterra realizan la observación de aves en la Reserva de la Biósfera El Cielo donde existe una amplia variedad de especies para avistar y condiciones favorables para realizar ecoturismo en sus parajes.

Sue Schuble, originario de California y quien forma parte del grupo de turistas, indicó que la Biósfera El Cielo, que comprende parte del municipio de Gómez Farías, Jaumave, Ocampo y Llera, es un sitio especial para practicar esta actividad mejor conocida como “birding”.

Por su parte, Marvin Cooper, quien ha visitado estados como Baja California, Chiapas, Oaxaca y Yucatán, se dijo maravillado con la diversidad de aves que alberga la Reserva de la Biósfera El Cielo, así como por el carácter amigable de sus habitantes y la gastronomía del lugar.

El lugar tiene una superficie de 144 mil 530 hectáreas, la cual fue reconocida por las Naciones Unidas en 1987 y es el área protegida más importante del noreste de México.

En la zona habitan más de 30 especies de aves migratorias como la guacamaya verde, el hocofaisán, el águila elegante, el tecolote tamaulipeco y la codorniz silbadora, entre otras.

La importancia de los seres reguladores ecológicos

Cada uno de los seres vivos que habitan en nuestro planeta tienen un papel en la transformación del ecosistema que los rodea, aquellos que poseen un rol primordial en este o bien que su desaparición causaría un desequilibrio del habitad, son conocidos como los reguladores ecológicos. Entre las funciones que posee un regulador ecológico, se encuentra la depredación o regulación de especies que puedan generar una sobrepoblación, explotación o que puedan perjudicar de alguna manera el ecosistema donde estos habitan.

Un ejemplo de estos reguladores son los tan conocidos caballitos del diablo y libélulas, mismos que en los ecosistemas, cumplen la función de regular otras especies, incluidas las que son nocivas para el humano, como lo son las plagas de mosquitos e insectos transmisores de enfermedades, como el dengue, el zika o el chikungunya y que serían más graves en muchos lugares sin la presencia de estos seres, según explica, Alejandro Córdoba Aguilar, investigador del Departamento de Ecología Evolutiva del Instituto de Ecología de la UNAM, para el Universal.

En muchos otros casos, la regulación del ecosistema, no tiene que ver con la depredación, este es el caso de las aves y las abejas, que ayudan al esparcimiento de semillas, la proliferación y polinización de las plantas y árboles, generando una reforestación natural.

Hace algunos años, se liberó una manada de lobos, en el parque natural de Yellowstone en Estados Unidos, el objetivo era devolver esta especie a los bosques donde pertenecían, además de reducir la población de venados, que al no poseer depredadores naturales, se encontraban acabando con la población vegetal del área. Al pasar los meses no solo se restauró la flora del lugar, sino que esta atrajo a especies benignas que aumentaron la calidad natural del parque. Demostrando como solo una especie, puede generar un cambio drástico en el ecosistema