Desde la antigüedad la marihuana ha tenido diversos usos: lúdicos, recreativos, medicinales e incluso religiosos. Sin embargo, hoy se sabe que afecta gravemente la salud, señaló Pablo Sergio Rebollo Munguía, académico de la UNAM. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la marihuana es la sustancia ilícita más utilizada en el mundo; además, datos del Centro Nacional para la Prevención y Control de las Adicciones revelan que está considerada como la principal droga ilícita de abuso entre jóvenes y niños.
En México, el 25 por ciento de la población de entre 12 y 15 años la ha probado alguna vez, y el 40 por ciento de jóvenes de 20 a 30 años la consume. La marihuana es una mezcla de semillas, flores secas y tallos del cáñamo; se consume fumada en cigarrillos, pipas, churros, vaporizada, e incluso es ingerida en pastelitos.
El académico Pablo Sergio Rebollo mencionó los posibles daños que el uso de esa sustancia conlleva. “En el sistema nervioso central puede originar psicosis, alucinaciones, esquizofrenia, trastorno bipolar, depresión, alteraciones cognitivas, pérdida de la memoria e, incluso, de los sentidos visual y auditivo. Provoca la dilatación de la pupila y con ello llega mayor cantidad de luz; en consecuencia, se daña la retina”, explicó.
En el aparato respiratorio causa, a la larga, cáncer pulmonar, porque fumar un churro de marihuana equivale a cinco cigarrillos, uno tras otro. También se le atribuye el 30 por ciento de los infartos al miocardio; en contraparte se utiliza contra algunas enfermedades crónico-degenerativas como el Parkinson para disminuir el temblor, y en el tratamiento de Alzheimer, esclerosis múltiple y fibromialgia, entre otras.