Nunca me sentí más normal

En Boca de Todos

Por Guadalupe Escobedo Conde

 

Las nuevas reglas de socializar nos precisan mejores hábitos, por principio y para la sobrevivencia, de higiene y salud con distancia física, luego por la sana convivencia, de rebote y sin proponérselo el COVID 19 coloca una barrera protectora para el acoso hacia la mujer. No más arrimones en el transporte público, no más besuqueos laborales, no más roses “ingenuos”, ni acecho por detrás o por delante, a 1.5 metros de distancia, no llegan ni los olores nauseabundos de los acechadores.

 

Así que bienvenida esta “nueva normalidad”, por lo pronto nunca me sentí más normal, y creo que muchas de las mujeres que conozco y que han sido acosadas en los espacios públicos, hoy se sienten más normales y libres de la violencia que ejerce el machismo en la socialización patriarcal.

 

Es muy pronto para creer que de la noche a la mañana todo cambiará, que todos respetarán las nuevas formas de armonizar en sociedad, porque tanto besucón, arrimador o amante del toqueteo físico, se sienten tan a gusto con su forma de establecer lazos sociales, que se piensan que a las mujeres les encanta. Que si andan donde andan, es para eso, para alegrarles el día o hacerlos sentir más “machitos” por la aceptación a su galanteo, así que habrá que romper esas barreras de cristal empañado, que sugieren las “buenas costumbres” de las “malas gentes”.

 

Ya había comentado en este espacio, sobre lo repugnante que es para una mujer tener que aceptar las insinuaciones disfrazadas de cordialidad, aguantar el agarrón de nalga en el pesero o no acusar al jefe o compañero por no violentar más su entorno. Para evitar pleitos estériles donde ella siempre pierde.

 

Pero a partir de hoy, por decreto, se acabaron las hipocresías, aunque para controlar el acoso laboral, sexual o callejero, se precisa más que una campaña de concientización,  la “nueva normalidad” nos lleva a nuevas conductas, quizás ahora no se sienta el compañero de junto si no le aceptamos el saludo “amistoso” o romántico, tal vez es un primer paso, con toda la parafernalia de limpieza que se traen del metro, los cines, o  los comercios, par que ya le bajen al arrimón.

 

Susana Distancia nos fortaleció y como llegó para quedarse, seguirá de escudo protector para cuidar la salud física y mental de las mujeres, hoy descubrimos un nuevo mundo, y nunca como ahora el activismo feminista ha estado tan fuerte como para consolidar mejores relaciones humanas, así hombres y mujeres más humanos.

 

En Tamaulipas se mantiene la fase 3 por contagios, por tanto es necesario quedarnos en casa un poco más, evitar las aglomeraciones y las salidas innecesarias a la calle, para contener los contagios que se han elevado en estos últimos días, por tanto tendremos más tiempo para repensar nuestras conductas sociales, así que sí aún no todos han entendido la nueva realidad, hay más chance para reflexionar, en cómo es que queremos salir a convivir con nuestros semejantes. Ya no se valen las malas conductas, ni hay pretextos para justificarlas.

 

 

 

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