Por Guadalupe Escobedo Conde
A estas alturas del sexenio, nadie puede esperar que el presidente cambie su conducta social, ni siquiera en medio de esta pandemia que parece no tener fin y que requiere protocolos de higiene especiales.
Reapareció, casi sin previo aviso en la hora estelar de la mañanera, en punto de las 07.09, registraron los medios. Y no sorprendió que no portará el cubre bocas, a pesar que estuvo en confinamiento por el contagio del virus.
Como si nunca se hubiera ausentado, de nuevo se apoderó del pódium, de las primeras planas y las redes sociales, se hizo tendencia su presencia física, sin el cubre bocas y sus expresiones necias de no querer usarlo.
Confirmó que ha sido parte de un experimento antiviral y que sigue en revisión médica; sobre la vacuna, ha dicho que se le pondrá cuando le toque y pide a los mexicanos que se vacunen a tiempo. Pero, ¿Cual vacuna?
El catálogo que está armando el sector de salud federal incluye dosis de Pfizer, Sputnik, CanSino y AstraSenca, pero en este momento ninguna se tienen a la mano. Ni siquiera se tiene asegurada la segunda dosis para los primeros médicos inmunizados, así que la polémica sobre cuál de las tres es mejor, es ociosa. La que llegue primero y la que este en esquema universal, será la primera opción, la que sea que venga de donde venga, de Rusia, India o China.
Sin embargo, el proceso va lento en relación a otras naciones, mientras tanto, la población que está a la deriva, confía más en su suerte, la fe o en los astros, que en la estrategia que ha colocado a México como un país de mala planeación en salud pública.
Casi una hora dedicó el presidente para hablar de la corrupción, la de antes, porque ahora dice que ya no hay; del periodismo, que sólo se dedica a criticarlo y antes no criticaban a los presidentes; de las odiosas malas comparaciones, con otros países que tienen mejor estrategia que la nuestra y de las vacunas, que no hay.
Curándose en salud, hasta presumió el crecimiento de las remesas, que es el dinero que envían los paisanos que han dejado este país que no les dio oportunidad para vivir y debieron emigrar hacia Estados Unidos para trabajar y enviar dinero a sus familias.
De buen semblante y jocoso, bromeo con la “tampiqueña” platillo tradicional de carne asada de Tampico, en alusión a la desinformación que broto de la vacuna rusa, que sólo funcionaría para los rusos. Sin embargo, no dijo ni una sola palabra de lo que su sustituta en las mañaneras, Olga Sánchez dejó pendiente, en cuanto las políticas públicas con visión de género, ya veremos en marzo.
México se confirmó en primer lugar de mortalidad por casos confirmados a nivel mundial, según cifras emitidas por la Universidad Johns Hopkins sobre el Coronavirus y en mortalidad por cada cien mil habitantes, México se enlista en el séptimo lugar. Pero esos son otros datos.