Por Guadalupe Escobedo Conde
No serán cien, sino doscientos años más, los que tendrán que pasar para que el mundo registre la igualdad de género y se borre la brecha salarial que empeora tras la pandemia, los primeros pronósticos sobre las afectaciones económicas del Covid 19 revelan que las empresas están tomando medidas drásticas para sobrevivir, y otras van a la quiebra, y son las mujeres las que sostienen los sectores más afectados: servicios turísticos, inmobiliarias, administrativos y ventas.
La recesión trae consigo más desventajas para las mujeres trabajadoras, que para los varones, de por sí ellas ya soportaban condiciones de desigualdad de salario, ahora enfrentan la pérdida de empleo, reducción de horas laborales y están situadas en lugares donde es difícil el trabajo a distancia.
En la actual crisis sanitaria son las mujeres las que están en el frente de la batalla, a nivel global representan el 70 por ciento del personal sanitario, soportando el incremento de los riesgos de salud que enfrentan en las mismas condiciones de inequidad laboral.
En una declaratoria de la ONU Mujeres enviada a Ministros de Finanzas y Gobernadores de los Bancos Centrales del G 20, colocan a las mujeres como “fuerza motriz de la recuperación económica y la resiliencia durante la pandemia de Covid19 y después de esta” y les piden estrategias de inversión inmediata y a largo plazo para las mujeres.
Decisiones y gobernanza inclusiva, que permitan la participación activa de las mujeres, que recopilen y difundan los datos desglosados por sexo sobre las estadísticas económicas y el empleo; que salvaguarden los puestos de trabajo de las mujeres y generen nuevos en espacios dignos, especialmente en la infraestructura pública y social. Opciones de capacitación y seguridad social ampliada, incluidas las trabajadoras de la informalidad. Y más guarderías y prestaciones para las madres trabajadoras.
La misiva para los jefes de gobierno también aboga por las que realizan trabajos de cuidados no remunerados, por más sistemas de salud y servicios de violencia de género inclusivos, además de acciones que garanticen las seguridad física, emocional y socioeconómica de las trabajadoras sanitarias.
Y urgen a “la instalación de servicios de prevención y protección, como denuncia, refugio, salud justicia acelerada para las sobrevivientes de la violencia de género” que en medio de la contingencia se ha exacerbado como la otra pandemia.
México es parte del Grupo de los 20, aquí se reúnen para coordinar acciones globales de la economía mundial, así que muy seguramente el gobierno mexicano recibió la misiva desde el mes de julio, sin embargo, no se han dado a conocer acciones con enfoque de género como se les solicita, es más, en este 2020 se ha recrudecido la desatención a la población femenil, se redujeron programas sociales, se cerraron guarderías, refugios y cancelaron apoyos a colectivas de mujeres, las feministas más activas que nunca no quitan el dedo del renglón para incidir en el cambio de las políticas públicas actuales.
“Favorecer el potencial de las mujeres de manera plena e igualitaria con los hombres promueve el crecimiento sostenible, equilibrado e inclusivo, mejora la representación de las mujeres en las instituciones y los resultados de desarrollo intergeneracionales; además amortigua los efectos de las crisis. Esto asegurará una Reconstrucción mejor después de Covid 19 y el complimiento de los compromisos asumidos por el G20 en materia de igualdad de género, aceleración de la implementación de la Plataforma de Acción de Beijing, y en consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.” Les recuerda la ONU.
Mujeres especializadas en economía y género, sostienen que los hombres se sobreestiman laboralmente y subestiman a las mujeres, y son ellos los que están al mando en la mayor parte de las decisiones gerenciales, así que la brecha salarial en vez de achicarse se expande.