La depresión constituye un severo problema de salud pública que afecta entre el 12 y 20 por ciento de la población de 18 a 65 años de edad, según cifras de la Secretaría de Salud, la falta de oportunidades, la violencia, la inequidad y las pocas posibilidades que vislumbra el adolescente actual, lo ha hecho más vulnerable e inseguro, advirtió Ricardo Trujillo Correa de la Facultad de Psicología de la UNAM.
Por su parte María Emilia Lucio Gómez Maqueo, de la Facultad de Psicología de la UNAM, opina que la depresión se ha posado sobre la adolescencia y la juventud en México y el mundo. Aunque es un fenómeno multifactorial, se ha volcado en dichas etapas del desarrollo debido a la gran cantidad de cambios que las caracteriza. La desesperanza es otro factor, pues el adolescente se siente desesperado, se vuelve ansioso por el futuro y menos protegido. Todo lo anterior, contribuye a tener conductas suicidas y a atentar contra uno mismo.
En países como México, en donde la violencia, el temor y la falta de libertad se han convertido en una constante, se presenta cada vez más este fenómeno, pero paradójicamente en Estados Unidos, Japón y Alemania el suicidio adolescente ostenta las tasas más altas a nivel mundial debido a la falta de incentivos y a la exigencia extrema de alcanzar la perfección para sentirse parte de sociedades altamente competitivas.
Estudios realizados por la Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica demostraron que el inicio de los trastornos psiquiátricos se da en edades tempranas, durante las primeras décadas de vida, y que dos por ciento de la población mexicana ha padecido un episodio de depresión mayor antes de los 18 años de edad.