Tamaulipas representa el segundo lugar nacional entre los estados con mayor potencial eólico, cuenta con parques eólicos, en Matamoros, San Fernando, Soto la Marina, Casas, Victoria, Llera, Xicoténcatl, Mante y Reynosa, pero la instalación de estos, podría afectar al ecosistema, así lo dijo Rafael Herrera, académico de la UAT adscrito a la Facultad de Ingeniería y Ciencias (FIC).
“Tamaulipas es rico en especies endémicas, si son endémicas con solamente poner un molino de viento estamos arrasando con ellos, que se hace, reubicarlos”.
En México no existe un monitoreo sistemático que permita la ubicación adecuada de los parques eólicos, destacó Rafael Herrera en lo que fue el conversatorio “Mitos y realidades de las energías limpias”.
“No tenemos un sistema de monitoreo sistemático a largo plazo que rija a todas esas compañías todavía no hoy en boga en nuestro país, otros impactos en los mamíferos, que son interrumpidos su reproducción, con el ruido de los generadores
Por su parte Lorenzo Heyer destacó que la transición energética, representa un área de oportunidad para los profesionales de las ciencias ambientales, evaluando impactos y dijo que la educación ambiental es fundamental para mitigar impactos al ecosistema.
“Hay necesidad de un cambio en los patrones del uso de energía, para eso requerimos a personas que sepan dar la educación ambiental, los ingenieros en ciencias ambientales les tocan estos procesos de evaluación de impactos”.
Esta actividad se llevó a cabo en el marco del 25 aniversario de la creación de la Ingeniería en Ciencias Ambientales, que se imparte en la Facultad de Ingeniería y Ciencias Campus Victoria