Por Guadalupe Escobedo Conde
Tamaulipas cerró el ciclo de conferencias que organizó la colectiva nacional “Nosotras tenemos otros datos”, la red de mujeres que convoca a hacer visible lo invisible y coloca en el radar público, las realidades que vivimos las mujeres en este país. Desde que comenzó la pandemia y por el confinamiento, las feministas siguen su lucha teniendo como escenarios la red virtual, y está ONG surge precisamente en medio de esta contingencia, para contrarrestar las cifras oficiales.
Así, desde mayo, cada lunes se invitó a conferenciantes y panelistas a mostrar los datos actuales sobre violencia hacia la mujer, debatieron en torno a la falta de estrategias con enfoque de género y cuestionaron y criticaron las políticas públicas, todo desde un trabajo colaborativo de observación permanente que vigila a todas las autoridades de todos los niveles. “Nos mueve el derecho a estar informadas, participar y exigir que nuestros representantes nos rindan cuentas e información puntual y confiable” dice su portal que se encuentra en la red como: nosotrastenemosotrosdatos.mx
En este ejercicio de comunicar las unas a las otras, para que lo sepan también los otros, tocó el turno a las activistas de Hidalgo, Guanajuato, Oaxaca, Tabasco y Tamaulipas, presentaron informes sobre el feminicidio, acoso callejero, abuso sexual, violencia física en casa y digital, y evidenciaron la falta de acciones relevantes para contener estas problemáticas. Los datos que aquí presentan son resultado de una especie de contraloría ciudadana, donde se recoge la información de las víctimas o de las asociaciones que les prestan ayuda y se documenta con sustento para darles seguimiento.
Por Tamaulipas, Aleida Candiani, del Frente Feminista Tamaulipeco dejó claro que las activistas tamaulipecas están preocupadas y ocupadas por el acceso a la justica de las niñas y mujeres, que luchan todos los días por los derechos humanos de todas, mediante colectivas bien organizadas que suman voluntades desde Matamoros, Reynosa, Tampico y Ciudad Victoria.
“El feminismo en Tamaulipas no es ninguna prebenda política ni electorera, estamos más allá de eso” sostiene Candiani al hacer visible “los otros datos”. En el segundo trimestre de este 2020, la cifra oficial de violencia intrafamiliar registro mil 481 denuncias, pero de está no se puede definir la violencia a la mujer por parte de su pareja ya que el sistema no precisa este número, además se sabe que no todas las mujeres violentadas se atreven a denunciar, y ahora con el pretexto de la pandemia es más difícil acudir a poner la denuncia, sin embargo, los chats y redes feministas todos los días reciben mensajes de auxilio, entre otros rubros ahora por violencia digital. Aquí abundó sobre la Ley Olimpia que a principios de este año se promocionó, con la visita de la misma activista feminista que impulsa este código, pero ya no avanzó hacia su consolidación.
En violencia sexual, expusieron los datos sobre niñas embarazadas, 267 es el último registro oficial, donde se apunta que el 90 por ciento son víctimas de violación, sin embargo, las feministas sostienen que se debe considerar el cien por ciento como violación, por el hecho de que son menores edad. Además, falta promoción de la norma mexicana número 046 que refiere la interrupción legal del embarazo y las condiciones en que debe aplicarse. De mujeres desaparecidas, se documentan 2 mil 260 casos del 2006 a la fecha y en feminicidio, desde 2011 al 2020, se contabilizan Mil 049 asesinatos de mujeres, pero solo 27 se reconocen como feminicidio por el Secretariado Ejecutivo de Seguridad Nacional.
Con los verdaderos datos, más de 40 redes y organizaciones integradas por diputadas, académicas, investigadoras, activistas feministas, de todo el país, hicieron visible lo que no se quiere ver, demostrando que la sociedad organizada, con acciones voluntarias y altruistas pueden inciden en mejorar las estrategias gubernamentales, porque conocen la realidad, las violencias contra la mujer, las fuentes oficiales tienen diferentes registros, hacen llenados según sus protocolos pero no son procesos fidedignos. “Lo que no se nombra, no existe; lo que no se reconoce, no se atiende, y lo que no se mide, no se gestiona”