El dolor es definido como una experiencia sensorial o emocional desagradable asociada a un daño real o potencial en un tejido. Es una sensación desencadenada por el sistema nervioso, este puede variar en su aparición y manifestación, como ser agudo o sordo, intermitente o ser constante y puede presentarse en un lugar específico o de manera generalizada.
A pesar de que se percibe a este fenómeno como un padecimiento de carácter negativo y que nadie desea sufrir, este puede ser un gran aliado, pues ayuda a diagnosticar problemas, por ejemplo, podríamos lastimarnos gravemente y sin dolor no nos daríamos cuenta de lo que ocurre en nuestro cuerpo.
“Por mucho tiempo se creía que el dolor era una señal que cuando se recibía un impacto negativo en el cuerpo subía hasta el cerebro y se manifestaba como dolor, sin embargo con las nuevas investigaciones, nos damos cuenta que es todo lo contrario, el dolor es generado por el cerebro como método de protección”, comentó la MFT. María Villarreal Santiago, especialista de la salud en fisioterapia.
El dolor se entiende como una experiencia multifactorial en el que influyen factores biológicos, psicológicos, sociales y culturales del individuo, y es el cerebro el que manda la señal de protección, por medio del dolor con el fin de proteger nuestros tejidos, explica la MFT. María Villarreal
Es por eso que considera importante acudir con un profesional de la salud a la hora de experimentar cualquier tipo de dolor persistente, especialmente si este es agudo y no desaparece con las soluciones convencionales.