Por Guadalupe Escobedo Conde
Sube como la marea la ola feminista que parará a medio mundo el 9 de marzo, la convocatoria que no tiene que ver con algún parido político, menos con religión, salió del mar. La idea es del colectivo veracruzano Brujas de Mar.
Este movimiento por los derechos humanos de las mujeres, ha provocado otras olas políticas y sociales que se han reflejado como un falso feminismo o hipocresía social, pretendiendo desvirtuar el tema. Así la primera mujer del país, la no primera dama, esposa del presidente, Beatriz Gutiérrez, historiadora y cantante dió cátedra de lo que no se debe hacer en comunicación social, en la era de las redes, primero efusiva replica la convocatoria al paro nacional y minutos mas tarde recula. Pero con ella o sin ella, el día sin mujeres va.
Antes de que se politizara la idea, tome la decisión de unirme a la huelga, para hacerme visible en mi entorno laboral y personal, porque creo que ya hemos callado mucho tiempo. Con la ausencia marcaremos la importancia de nuestra presencia en cualquier ámbito. Y no será un día de asueto o día feriado. Es un momento para la reflexión.
Hombres y mujeres, el ser humano como especie, estamos ante tiempos definitorios, son importantes la decisiones actuales para un mejor por venir para todos.
Me uno a la pacífica manifestación en protesta por todo el acoso sexual y laboral que he recibido en mi vida, por las agresiones de las que he sido objeto por parte de algunas parejas, por el maltrato emocional que tantos hombres han ejercido sobre mí. Pero me voy a paro más convencida por la insostenible situación de muchas mujeres víctimas de la violencia de género, por todas las han resistido y resisten ante el marcado machismo que nos gobierna.
A quienes proponen que abortemos la huelga debemos recordarles que estos son los tiempos nuestros, convencerles de la necesidad de apoyar este movimiento orgánico que naturalmente plantea una nueva relación de respeto entre hombres y mujeres.