La celebración del día de muertos que honra a los ancestros durante el 2 de noviembre, coincide con la celebración católica del Día de los Fieles Difuntos. Quizás es por ello que esta tradición es más celebrada por aquellos que profesan la religión católica dijo el etno historiador Baldomero González Sotelo.
El investigador quien recientemente estuvo en esta capital dijo, que esta tradición es celebrada en la mayor parte del país, pero insistió es más arraigada entre los feligreses católicos y aún más en la zona centro y sur del país.
La festividad de Día de Muertos se anticipa desde los últimos días del mes de octubre, es por ello que los mercados y las calles céntricas de las ciudades se visten de colores con flores de zempasúchil, calaveritas y dulces tradicionales y coronas de flores de papel que servirán para adornar los altares.
Esta festividad para el investigador no choca con las festividades de Halloween y perfectamente pueden convivir, sobre todo en un estado como Tamaulipas que es frontera con los Estados Unidos.
“Respecto a la conformación de altares de muertos, en los últimos años se ha intensificado por la promoción institucional, y si se ha tratado de asemejar la tradición indígena”, destacó González Sotelo.
Expusó que la tradición de Día de Muertos además de ser cultural, se vuelve una cuestión social, esto debido a que la familia se reúne en torno a ello y posteriormente a consumir los alimentos.
De acuerdo a diversa información, los orígenes de la celebración del Día de Muertos en México, pueden ser trazados hasta la época de los indígenas de mesoamérica, tales como los aztecas, mayas, purepechas, nahuas y totonacas. Los rituales que celebran las vidas de los ancestros se realizaron por estas civilizaciones por lo menos durante los últimos 3,000 años.