En Boca de Todos
Por Guadalupe Escobedo Conde
No, no es un consejo, es sólo un pensamiento en voz alta. Esta vez no utilizo este espacio para la crítica de lo que hacen o dejan de hacer nuestros gobernantes. Hoy en la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, efeméride impuesta para hacernos hablar de ellas, quiero centrarme en nosotras.
Y lo hago desde mi perspectiva personal, hoy se vale. Insistimos por todos los medios en un feminismo mal entendido, donde nos esforzamos en hacer entender a los hombres que por el simple hecho de ser mujer, deben bajarnos las estrellas, ponernos tapete y hacernos la vida más cómoda. Nos inculcaron nuestras madres y abuelas a hacer lo pertinente para caerles bien a ellos, sí aprendimos a cocinar, mejor, pero por gracia de las pioneras, también nos enfrentamos a la intervención de la mujer en la vida social y pública, ya no nada más la agricultura para sembrar granos que luego convertimos en alimento, no, ahora vamos a todos los terrenos posibles, porque somos iguales, biológicamente.
Con las revoluciones feministas a lo largo de nuestra historia, vamos cada vez por más derechos, cambiamos nuestra realidad todos los días en todas partes del mundo, todavía el año pasado en Arabia Saudita apenas se logró un derecho más: que las mujeres manejarán automóvil, mucho antes, inventos como la bicicleta, las toallas femeninas, los pantalones para las mujeres y el internet, nos abrían la puerta a más oportunidades de desarrollo. Sin embargo y en contraste, hay regiones del mundo donde todavía vale más una vaca que una mujer y millones son vejadas, la violencia de género no cesa, vemos en aumento los feminicidios y las agresiones severas contra las mujeres, de ahí la participación importante y constante de colectivos feministas, naciones y organismos internacionales para intervenir por ellas. No, no debemos bajar la guardia.
Pero en una urgente introspectiva, coloquémonos frente al espejo ¿Qué vemos? ¿Realmente somos lo que vemos o somos lo que los medios y estereotipos hacen de nosotras? Porque, nunca como ahora, la mujer es blanco para proyecciones lucrativas que pretenden dictarnos hábitos. Nos hemos vuelto insaciables a la hora de los reclamos: más espacios, más oportunidades, más dinero, más tiempo para nosotras, más reconocimiento de que somos empoderadas para volvernos más poderosas. De tantas frases hechas para engolosinarnos hay una muy clara que debería bastar para ir por la igualdad sustantiva: no queremos más, ni menos, iguales, como seres humanos.
Entonces porque tanto ruido mediático, porque tanto alboroto y pleito casado contra ellos, como resultado de la estridencia que ahora nos rodea y nos llega hasta por redes sociales, tenemos un yo interno que reclama nuestra feminidad y otro externo, el que nos dibujamos en un mundo virtual para competir contra ellos y contra nosotras.
Volvamos al origen, ser mujer no esta mal, ser madre y amamantar tampoco, o estar soltera y ser independiente, o ser política o personaje público y hacer la doble jornada o triple, sí podemos y nos gusta, es más, peleamos por ello, queremos más derechos y estos arraigan más obligaciones, entendamos nuestra natura, nuestra posición social, aceptemos de buena gana los cambios que hemos pedido y fomentemos entre nosotras la sororidad.
Este día, que casi supera al día de las madres en algarabía, quedémonos en silencio un momento y en intimidad reconozcamos lo que realmente queremos y para que es que estamos luchando. La aceptación de nuestros derechos no vendrá de fuera. Basta ya de falsos movimientos feministas que nos hunden más, volteemos hacia atrás, para entender mejor el futuro y la huella que queremos dejar aquí. No maquillemos de más, un culto a la personalidad, pongámonos a la altura de los retos presentes.
Y si en este 8 de marzo vamos a compartir frases, imágenes y memes, hagámonos un favor, mejor abracemos a nuestra mujer interna.
En Boca Cerrada
Hoy como desde hace casi cien años, es un día para no festejar, ni homenajear a nadie, es una fecha que llama a la reflexión sobre la deuda histórica que todos como comunidad tenemos con las mujeres vulnerables, todos como sociedad, no solo los gobiernos, no solo los hombres, todos y todas.
Y señoras y señores funcionarios, son ociosas todas las conferencias, cursos y talleres motivacionales, sino tenemos una constante política pública con igualdad de género. El 8M es como el 2 de octubre, no se puede hacer fiesta de la tragedia.
@LupitaEscobedoConde