La migración de centroamericanos, particularmente de menores de edad, desde sus países de origen hacia los Estados Unidos de Norteamérica se sigue intensificando, sin que organismos multilaterales como la ONU se impliquen de manera efectiva para implementar una solución de fondo.
Para dimensionar la magnitud del caso, baste citar que la Patrulla Fronteriza en El Paso, Texas, informó hace unos días que en el sector que colinda con Ciudad Juárez, Chihuahua, aumentaron las detenciones de menores de edad que viajan solos, destacando que desde finales de octubre de 2018 a marzo de este año, han detenido a 7 mil 565 niños no acompañados.
Asimismo se informó que han detenido a 53 mil 565 personas, cifra que significa un aumento inconmensurable frente a las 3 mil 27 detenidas durante el mismo periodo un año antes.
En Tamaulipas y según fuentes oficiales, el pasado lunes la Policía Federal habría rescatado a más de 280 migrantes centroamericanos, procedentes de Guatemala, El Salvador, Ecuador y Honduras, que eran transportados en dos cajas de tráiler tipo contenedor, la mayoría mujeres y menores de edad.
En este contexto, mientras empleadores del vecino país del norte dicen necesitar con urgencia más mano de obra, la agencia AP difundió que el gobierno del presidente Donald Trump, planea permitir el ingreso de 30.000 trabajadores temporales extranjeros, para hacer labores estacionales hasta finales de septiembre; medida que pondría en evidencia que el auge económico norteamericano requiere de la mano de obra centroamericana, contradiciendo a los republicanos que aseguran que las visas de empleo quitan trabajos a los estadounidenses.
La medida en cuestión beneficiaría a compañías específicas como las madereras, las dedicadas a desbullar ostras, las pescaderías, así como a los hoteles estacionales, las cuales contratan migrantes para trabajos temporales que, según han denunciado diversas organizaciones de activistas, los norteamericanos no harían. Habría que subrayar que el mandatario Trump también se ha beneficiado de trabajadores temporales que lo hacen sin autorización, por ejemplo en sus clubes de golf.
Por su parte, el gobierno federal mexicano anunció hoy que ya está listo el plan de desarrollo para Centroamérica y el sureste de nuestro país, el cual será presentado dentro de diez días. Se dijo que el plan es una estrategia para atender las causas de la migración, y que en su elaboración participó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Es deseable que el plan contemple de manera fundamental la atención a los migrantes para proteger sus derechos humanos, así como la generación de empleos estables y bien remunerados en la región; pues como se ha señalado, la migración debe ser un acto voluntario, no propiciado por la falta de oportunidades o por la violencia.
A propósito de la ONU, es urgente su intervención diplomática directa, a fin de conducir la toma de acciones contundentes entre los gobiernos de la región, para emprender de inmediato un ambicioso programa de desarrollo económico y social, que genere riqueza suficiente y que garantice su distribución equitativa.
Para ello será fundamental el concurso del gobierno norteamericano, que arrastra deudas históricas con los pueblos latinoamericanos, explotados por oligarquías y milicias auspiciadas por él; de no ser así, los éxodos masivos hacía el territorio vecino habrán de continuar.