Por Guadalupe Escobedo Conde
A unas cuantas horas de que este 30 de junio inicie el Foro Generación Igualad en París, Francia, el Estado mexicano reconoce que la cifra de feminicidios crece más del 7 por ciento en México en el primer semestre de este segundo año pandémico. De nuevo, al templete de la mañanera algunas mujeres del gabinete federal, el que se presume como paritario, para presentar informes oficiales sobre este flagelo.
Y no es por casualidad o buena voluntad política que se inicie la semana con este tema, es porque justo en esta semana se realiza la segunda parte del Foro de ONU Mujeres, coorganizado por México y Francia. Este encuentro inició en marzo de este año en nuestro país y desarrolla su segunda fase del 30 de junio al 2 de julio en París para afianzar acciones concretas que logren un progreso “inmediato e irreversible hacia la igualdad de género”.
La agenda mundial refiere que este evento servirá para evaluar los compromisos contraídos en Beiijing en 1995 por las naciones, para adoptar estrategias de igualdad, sin embargo, 26 años después es claro que ningún país ha alcanzado la equidad de género. Y el riesgo de que los derechos de las mujeres sufran más retroceso por la crisis del coronavirus, es latente, claramente ha aumentado para ellas la pobreza y la violencia.
Para pasar la estafeta de este acto, en su primera fase en México como sede no estuvo presente el presidente, mandó al Sr. Marcelo Ebrad como Secretario de Relaciones Exteriores para compartir la visión del feminismo del gobierno mexicano, “El feminismo mantiene un optimismo irredento, irresuelto, expresa la inconformidad con la situación como está y como ha estado, es una aspiración permanente de cambiar todo, o casi todo. El camino es tomar este impulso que encabeza el feminismo, para transformar nuestras sociedades y jamás abandonar el optimismo” dijo entonces el optimista canciller.
Aquí se celebraron más de 250 ponencias de 85 países por los movimientos feministas, que tuvieron poco eco mediático y resintieron el desdén presidencial.
Ahora toca el turno a Emmanuel Macron, que seguramente si tendrá tiempo de atender con urgencia la agenda feminista que marca las emergencias para las mujeres del mundo.
Mientras tanto México acude con cifras “oficiales” de terror, en España ya se migró de “violencia doméstica” a “terrorismo machista” para hablar de feminicidios, aquí con tibieza solo se apunta que este flagelo ya existía desde el pasado, “Durante décadas la cifra oficial minimizó el feminicidio, lo borro, disfrazó y negó” dijo Rosa Icela Rodríguez, como Secretaria de Seguridad nacional, mientras que la Secretaria de Gobernación Olga Cordero daba las explicaciones sobre retomar la agenda feminista en las mañaneras, por ser “un asunto trascendental para toda la sociedad mexicana”.
También asistió la titular de INMujeres, Nadine Gasman y de Conavim Fabiola Alanís, para presentar el parte al comandante en jefe. Y hasta ahí, se cumple con los protocolos diplomáticos.
La intervención de las mujeres del presidente en el templete mañanero fue tan a la ligera, que casi olvidan el mensaje político de la Secretaria de Gobernación, ya queriendo dar vuelta a la página el presidente iba a la sesión de preguntas y respuestas cuando debió recular y ceder de nuevo el micrófono a Sánchez Cordero solo para que rematara diciendo que el Estado está atendiendo la problemática de las violencias hacia las mujeres.
Sin embargo, las colectivas feministas que mantienen en serio la lucha por la defensa de los derechos de las mujeres, tienen otros datos e insisten que México transita esta era con un gobierno misógino y machista, aunque se promueva humanista.
Finalmente, las preguntas y respuestas, a modo, sin el menor asombro por la cifra inicial, de enero a mayo hubo 423 feminicidas que mataron a una mujer por el simple hecho de ser mujer.
Otra vez, fue demasiado evidente la sumisión de las funcionarias hacia su jefe, y por demás demostrativo el caso omiso que hace el presidente a estos temas.