La Secretaría de Salud recomendó a madres y padres de familia, así como a personas que atienden a niñas y niños, la importancia de que éstos consuman frutas y verduras ricas en vitamina “C”, como la mandarina, guayaba, kiwi, naranja, pomelo, piña, entre otras, para fortalecer el sistema inmunológico, así como frutos rojos como arándanos y fresas, ricos en antioxidantes, para disminuir el riesgo de contraer enfermedades respiratorias como gripe, resfriado común, influenza y bronquitis, principalmente.
En este sentido la dependencia mencionó, además, que para digerir bien la comida y que el cuerpo absorba los nutrientes es necesario tener una buena salud digestiva y para ello, se requiere consumir verduras, probióticos, así como alimentos con alto contenido en fibra y tomar agua para favorecer el óptimo funcionamiento de la flora intestinal, acompañado de actividad física diaria
De igual forma destacó la importancia de que estos grupos vulnerables antes mencionados se mantengan abrigados, eviten las corrientes de aire, y cambios bruscos de temperatura, se cubran la boca y nariz para evitar respirar aire frío, utilizar gorro, guantes, bufanda y calcetines gruesos, estornudar correctamente, utilizar un pañuelo desechable o cubrirse con el ángulo interno del brazo.
Asimismo, lavarse las manos a menudo, especialmente después de estornudar o toser y al regresar de la calle, evitar tocarse los ojos, nariz y boca con las manos sucias, ya que son la vía de entrada de virus al cuerpo, si el frío es muy extremo permanecer en casa y procurar salir solamente si es necesario y usar ropa gruesa.
Aunado a mantener todas las medidas contra el COVID-19, como el uso correcto del cubrebocas, la sana distancia de 1.5 metros, evitar acudir a eventos masivos y reuniones en espacios cerrados con poca ventilación.