Por Guadalupe Escobedo Conde
Una vez que entendimos que el virus del Covid 19 nos acompañaría todo el 2020, empezamos a anhelar que terminara pronto el mal año, que los meses pasarán volando para dar vuelta a la página, queriendo dejar en la historia la crisis global de salud pública que nos vino a cambiar el mundo, a todos. Empezamos contando día uno, dos, tres de la cuarentena, luego perdimos la cuenta, al tiempo que se nos aplazaba el encierro. Pero siempre positivos ante la llegada de otro año.
Sin embargo, el Doctor Hugo López Gatell, especialista en dar predicciones sin tino y en romper las ilusiones colectivas, nos lo vuelve a hacer. El 2021 seguirá aquí el bicho, que muchos pintan de verde como el Grinch y con cuernos como ventosas, que ya lo vemos hasta en las piñatas y seguramente de adorno navideño. La vacuna ya merito llega, está aquí a la vuelta de la esquina, se aplicará primero a los galenos y más adelante a la población más vulnerable.
El esquema nacional de vacunación tendrá un macro simulacro este día 18 de diciembre, estará difícil la jornada de organización cuando el gobierno federal propone una cosa y los estados otra, cuando uno dice rojo y el otro naranja, o cuando no hay coordinación estrecha porque vamos directito al túnel electoral, con todo y el virus, con o sin vacuna.
Para abril o para mayo, tendremos más malas noticias, los augurios de la movilidad social pronostican otro pico de enfermedad y muerte, más porque se liga la temporada invernal a las festividades decembrinas. Además del hartazgo ciudadano por el encierro, se empieza a denotar un cansancio en las autoridades que están al frente de la estrategia que debería aminorar la tragedia, pero que para muchos no está dando resultado.
México ha sido de los primeros países en apartar dosis de vacunas, pero también es de los primeros en el mal manejo de la crisis, y es que el sector sanitario no estaba preparado en lo mínimo, había sido saqueado sexenio tras sexenio en su infraestructura de salud pública, a la vista están los hospitales fantasmas regados por todo el país; por años se omitieron campañas de prevención de salud importantes para el desvió de esos recursos; se faltó a la ética en garantizar el derecho pleno a la salud de los mexicanos. Y aquí estamos, en un panorama desalentador, con remedios caseros, improvisados y con una política actual que desaíra hasta las opiniones científicas. Diez meses después el debate sigue siendo el tapabocas que no usa el presidente.
¿Qué nos puede animar a ser optimistas para el año venidero? Pues lo que ya decimos, conservar la salud y mantener el protocolo que ya conocemos, sana distancia, cubre bocas obligatorio en cualquier espacio público, lavado frecuente de manos y atención médica al primer síntoma de contagio. Debemos también atender el aspecto emocional, los especialistas indican que todo el mundo está estresado, que es necesaria una pausa para replantearnos y tomarnos en serio la nueva realidad. Después del 2020, ya nada será igual, el virus que nació en 2019, nos acompañará también en el 2021.
“La vacuna no a va solucionar todo de un día para otro, así que tenemos que tener durante todo el 2021 y durante el cierre del 2020, esta noción, esta idea, de que está en nosotros, en lo individual, pero también está en nosotros como grupo, familia, amigos, vecinos, de correr la voz para ayudar a que todo mundo se proteja” ha dicho un muy cansado Dr. Gatell tras confirmarnos que la pandemia este muy lejos de acabar.
Será mejor que nos dejemos de payasadas, de seguir el juego de comunicadores rencorosos, de los disparates presidenciales y deslices de políticos. Vienen tiempos de reflexión, quizás sean propicios para la higiene mental.