Por Guadalupe Escobedo Conde
“Todos los años hay 10 mil embarazos de niñas menores de 15 años en México” confirma el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).
Esta noticia debería estar alarmando a toda la sociedad mexicana, pero no ha sido replicada en medios, ni viralizada en internet, lo que si se reenvió muchas veces fue el video de una menor de edad con un médico que le ha practicado un ultrasonido, en vivo, en directo, con público y como parte de una protesta de personas que se denominan pro vida, al cierre de la marcha antiaborto.
Con mucha algarabía decían “Sí a la vida”, “le faltan 2 semanas para nacer, bravooo”, “podemos decir que es el baby shower más grande del mundo”.
La niña, de 15 años, explicó que llegó a ese mitin eclesiástico por invitación, que se llama Ana y muy seguramente, quienes le fotografiaron y aplaudieron, ni la conocen, no estuvieron con ella antes del embarazo y no lo estarán para darle seguimiento y apoyo a su desarrollo integral, que no acaba cuando se convierte en madre.
Se trató de un espectáculo indigno para la menor, mucho más grotesco que la pinta de monumentos o el derribo de vallas que las feministas arman en sus manifestaciones.
Antes de este acto público, en un espacio más cerrado y sin tanta resonancia se presentó la campaña de la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (Enapea) con los lemas: “¡Yo decido! y “Yo exijo respeto!”, la anunció el subsecretario de Gobernación Alejandro Encinas, junto con la titular del Consejo Nacional de Población, Gabriela Rodríguez y la han puesto en marcha apuntando que en este 2021, se enfocarán en la población de entorno rurales e indígenas.
Muy mal tino, o “time”, para presentar una campaña de sensibilización a finales de septiembre, ya casi acabamos el año y todavía dicen “planeamos” para este año. En México, nuestras autoridades llegan tarde a todo.
En Bucareli, la sede de las oficinas de Gobernación, se compartieron datos oficiales del Conapo, “todos los días nacen más de mil bebés de niñas”, “4 de cada 100 nacimientos son de madres menores de 17años” esto repercute en más muertes maternas.
Ahí, a las autoridades nacionales, el oficial a cargo del programa de la ONU, UNFPA, Iván Castellano les habló de los 10 mil embarazos que cada año ocurren en nuestro país en niñas menores de 15 años, “los cuales se relacionan con abuso sexual y violencia”.
Y si este panorama ya era desalentador para las infancias, estimaciones actuales indican que, se podrían sumar 28 mil 772 nacimientos no deseados entre madres adolescentes en los años 2020 y 2021, según cifras conservadoras del Conapo, esto es casi 30 mil, con lo que se elevaría la cifra a 15 mil embarazos por año en menores de edad.
Ante la gravedad de este asunto, el gobierno de la 4T lanza de nuevo el llamado a la familia fraterna para que “ayude a construir una nueva cultura de respeto para recupera la paz y la dignidad en los hogares mexicanos”. La convocatoria es para madres, padres y cuidadores de las niñas, niños y adolescentes, reconociendo que la violencia sexual ocurre muchas veces en entornos que deberían ser seguros como la casa o la escuela y esta violencia deriva en embarazos no deseados.
Muy tibia la respuesta para una problemática latente, que no se contiene y va en aumento, pese a la información o desinformación que rodea al tema. México es primer lugar en embarazos en niñas y adolescentes de todos los países que integran la OCDE. Embarazoso primer lugar.