En Boca de Todos
Por Guadalupe Escobedo Conde
Muertes silenciadas
Es un tema difícil de abordar, sin embargo es una problemática que se debe visibilizar para salvar vidas, y es que escapar por la puerta falsa de la vida es otro problema de salud pública que va en aumento nuestro país, las cifras que publica hoy el INEGI, a propósito del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, confirman que la tasa de suicidio en 2017, últimas estadísticas de mortalidad censadas, fue de 5.2 por cada 100 mil habitantes, aunque en su comunicado pareciera atenuar el problema detallando que del 2010 al 2013 fue cuando se observó una tendencia ascendente, pero que del 2014 al 2017 se ha mantenido estable la cifra mortal.
Hoy se nos recuerda que este problema esta presente con más énfasis en los jóvenes de 20 a 24 años y el grupo de más riesgo siguen siendo los hombres, y se estiman que en la población de 15 a 29 años de edad es el suicidio la segunda causa de muerte, la primera son los accidentes automovilísticos.
¿Qué lleva a una persona a tal determinación? Médicos e investigadores coinciden en determinar que se trata de problemas “epidemiológico-sociales” ligados a agentes sociodemográficos, socioambientales, psicológicos y biológicos. A nivel mundial una persona se suicida cada 40 segundos,
Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud indica que es mal que se puede prevenir y llama con urgencia a las naciones para que se comprometan a instaurar programas de salud que prevengan estos actos, pero el llamamiento para que todos los países tengan en sus planes de salud estrategias probadas para detener esta problemática ha sido escuchado solo por 38 naciones que si los hacen. Y peor de los 183 países miembros de la ONU, solo 80 publican estimaciones de estas muertes.
En la reflexión de este día, los estudiosos del comportamiento humano y social, sugieren que es un tema que debe dejar de ser tabú, para ser abordado de manera multidisciplinaria desde casa o en las escuelas, con información clara y oportuna para afrontar la problemática de salud pública global.
En este sentido, a través de la página oficial de la ONU se detalla que “el ahorcamiento, la intoxicación voluntaria por plaguicidas y las armas de fuego fueron los métodos de suicidio más frecuentes” la disminución de estos actos se logra principalmente con las restricciones del acceso a estas herramientas y la sensibilización de los medios de comunicación para que informen del tema de forma responsable. Se precisa también, que cerca del 80 por ciento de los suicidios ocurren en casa.
En México poco se hace para sensibilizar a la población frente al problema, solo el IMSS cada año reitera la campaña de mitos y realidades sobre el suicidio. Indica que cuándo alguien habla de quitarse la vida hay que tomarlo muy en serio, que el sufrimiento de alguien en depresión no es voluntario y destaca que es falso que la persona presente trastornos mentales.
La detección temprana, la atención y el seguimiento de las personas en riesgo, salva muchas vidas.