Por Guadalupe Escobedo Conde
¿Cuántas primeras veces nos faltan? Es muy largo y sinuoso el camino hacia la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres, tiene además muchas trampas y piedras en el camino que dejan a su paso líderes patriarcales junto con sus equipos machistas, con trabajadores que siente temor ante el crecimiento profesional, intelectual y personal de las mujeres.
En los segmentos de las buenas noticias se anuncia que por vez primera dos mujeres directoras de cine han sido nominadas para un Oscar; se comunica que por vez primera una investigadora será Rectora de la Universidad de Sonora; por vez primera vamos a una elección con base a la paridad política; celebramos, aunque sin mucho contento que por primera vez el gabinete federal es paritario y que es la primera ocasión que la titularidad de la Secretaria de Gobernación la ostenta una mujer.
Hace poco tuvimos por vez primera una candidata a la presidencia y aún tenemos fresca la memoria de la primera vez que las mujeres votaron en México en 1955 y del reconocimiento de la ciudadanía para las mexicanas en la Constitución de 1953. Desde entonces a la fecha, en medio siglo, solo 9 mujeres han sido por primera vez gobernadoras en sus estados, en 1979 Colima hizo historia eligiendo a la primera mandataria estatal, actualmente Sonora y la CDMX son gobernados por una mujer.
Este 2021, Estados Unidos marco historia al presentar por vez primera a una Vice presidenta, Kamala Harris, que además es la primera mujer de ascendencia surasiática en alcanzar importantes escaños políticos.
Cuando debería ser la norma, hoy todavía es noticia que una mujer acceda a uno de los puestos eternizados en manos varoniles, y es que romper el techo de cristal para ninguna ha sido fácil y despegar sus pies del suelo pegajoso es faena doble.
Las mujeres casi siempre están luchando contra dos poderosas barreras que les significan más esfuerzo para alcanzar el éxito, ya que por el sistema patriarcal que prevalece, a los hombres les resulta más cómodo saltar sin miramientos estos topes.
El Techo de Cristal, es un silogismo presente en estudios de género que data de 1978 y se refiere a poco acceso de las mujeres a puestos directivos o de primer nivel jerárquico ya sea en el ejercicio público o en el privado. El Suelo Pegajoso, es un concepto que se empieza a analizar hace un par de décadas y se refiere a lo difícil que le resulta a la mujer despegar los pies del ámbito doméstico para dedicar más tiempo a sus labores profesionales.
Más allá de las mujeres iconos y empoderadas que hoy son noticia por su primera vez, en la cotidianidad todas a lo largo de nuestro desarrollo enfrentamos estas barreras y otras más que nos impiden avanzar en igualdad de condiciones en un mundo competitivo donde ser varón es ventaja.
¿Por qué es necesario que cada vez más mujeres se empoderen? La ONU propone en este 2021 trabajar por Un Futuro Igualitario en el Mundo del Covid 19, con más mujeres líderes que participen en la toma de decisiones de forma plena y efectiva en la vida pública, porque serán ellas las que adopten medidas para la eliminación de la violencia, la igualdad entre los géneros, el pleno respeto a los derechos de las humanas y el empoderamiento de muchas mujeres y niñas más.
Necesitamos más líderes feministas para que el mundo cambie y falta mucho camino por recorrer, los datos así lo confirman, en esta era sólo 3 países del mundo tienen paridad en sus parlamentos, 119 países nunca han tenido una presidenta y por los retrocesos que implica la pandemia, será hasta el año 2150 que más mujeres lleguen a puestos de más altos a nivel mundial.