En Boca de Todos
Por Guadalupe Escobedo Conde
La primera ombudsperson
El mismo día que la titular de la CNDH, Rosario Piedra comparecía ante la cámara de diputados federal, aquí en el Congreso Local, hacía lo propio la Ombudsperson tamaulipeca Olivia Lemus, primera mujer que llega a presidir esta Comisión en la entidad.
Mientras que allá se presentó un informe subliminal, en medio de discusiones políticas y un show mediático encabezado por Porfirio Muñoz Ledo, que hizo que se perdiera el foco del acto protocolario, aquí se realizó un ejercicio de transparencia pormenorizado y descriptivo del trabajo ejecutado en el 2019, con el propósito de garantizar los derechos de la sociedad tamaulipeca.
En el marco de esta comparecencia ante los diputados y a un año nueves meses de estar al frente de este organismo, entreviste a Olivia Lemus para el programa Punto G, fue una charla amena, con música y hasta confidencias, en los estudios y micrófonos de Radio UAT, la emisora de la Universidad Autónoma de Tamaulipas; la voz de la primera Ombudsperson tamaulipeca es fuerte y clara, modulada además porque ha tenido experiencia radiofónica en Reynosa; no elude ningún tema, por escabroso que sea. Operación mochila, migrantes, mujeres reclusas, colectivos ciudadanos, agrupaciones feministas, los retos, logros y metas en materia de derechos humanos en la entidad, se abordaron con franqueza.
A nivel nacional Rosario Piedra es la segunda mujer en presidir el organismo, con siete titulares desde su creación en 1990, otra mujer en el periodo del 97 al 99 estuvo al frente de la CNDH, la jurista Mirelle Roccatti, ahora en los nuevos tiempos que nos toca registrar, llega desde la sociedad civil la hija de la activista y política de izquierda Rosario Ibarra de Piedra.
Acá en provincia es diferente, Lemus fue postulada al cargo precisamente por su activismo social en favor de los derechos humanos, además de la carrera institucional que ha tenido dentro del organismo nacional de los derechos humanos, un tema que dice le apasiona, le motiva y ha acogido con la responsabilidad social que se requiere para el cargo.
Desatando nudos institucionales, cambiando malos hábitos al interior de la Comisión, llamando a la temperancia entre instituciones y quejosos, destrabando el rezago de atención a recomendaciones, y despertando el elefante blanco que por años fue la CODEHT para re dignificar el trabajo en esta área, la Ombudsperson tamaulipeca marca distancia y hace la diferencia con su par a nivel nacional.
Las comparaciones son odiosas, pero en critica pública constructiva, se hace notar que en el fomento al respeto de los derechos humanos en México hay niveles y en el estado esta comisión dejo de ser un ente fantasma.