Por: Juan Carlos Lara
Aunque estadísticamente los menores de edad han sido catalogados como los menos afectados por el Virus SARS COV 2 que produce el COVID, estos sí están padeciendo diversos problemas que afectan principalmente la salud emocional y que de no atenderse tendrán repercusiones a corto, mediano y largo plazo.
Y es que a medida que la pandemia se agudizó en todo el planeta, se agudizaron también las restricciones, y miles de padres de familia se quedaron se casa, los menores no acudieron a la escuela y por consecuencia disminuyó el contacto social.
Esto generó crisis familiares por de falta de empleos, por la falta de conectividad a herramientas tecnológicas para acceder al trabajo en casa y a la educación a distancia y todos estos factores han propiciado situaciones de estrés, miedo, violencia entre otras conductas negativas.
Para Ricardo Hernández Brussolo presidente del Colegio de Psicólogos Victorenses, las posibles afectaciones a la salud mental se originan por dos factores el modelo de padres y la larga cuarentena que se sigue viviendo en casa.
Indica que la falta de servicios de salud y educativos, la situación económica y el confinamiento han detonado violencia al interior de la familia que provocando miedos e incertidumbres en los menores, situaciones que de no atendedores además del impacto inmediato en sus conductas, pudieran generar secuelas emocionales a largo plazo.
El impacto en la vida social.
Nayma Balquiarena dirige la Asociación Vive Mujer A.C, uno de los programas que llevan a cabo es el programa granja infantil vive niños, que por la pandemia han tenido que adaptarse.
La granja infantil que funciona como un albergue de animales y mascotas y que antes de la pandemia ofrecía recorridos abiertos a grupos escolares y las familias completas, ahora solo recibe a grupos muy reducidos y las causas por a que los niños llegan también cambiaron.
La violencia tiene impacto en todo el núcleo familiar, y con la pandemia esta se ha incrementado.
Incluso esta situación de estrés, angustia y miedo también es derivada de la falta de atención a niños canalizados a instituciones de salud y que con la pandemia restringieron los servicios.
Impacto Educativo.
La pandemia afectó diversos sectores entre ellos el educativo, tan solo en el estado de Tamaulipas impactó a poco más de 900 mil estudiantes en todos los niveles, 600 mil de ellos corresponden a la educación básica.
De marzo a septiembre la Secretaría de Educación de Tamaulipas ha registrado doce mil llamadas a las líneas de atención psicológica que se implementaron por la pandemia, las llamadas corresponden tanto a alumnos, maestros y padres de familia en situación de estrés y ansiedad por las clases a distancia.
En tanto la secretaría de salud estatal, revela que a través de la línea telefónica han atendido de marzo agosto a 36 mil 700 personas en terapia grupal, familiar, individual, atención psicológica vía telefónica conferencias y foros y rehabilitación psicológica.
Estas son solo las cifras de quienes han recurrido a información y atención especializada sin embargo en casa las situaciones de estrés, ansiedad, temor y otras conductas asociadas a la pandemia pudieran estar presentes, de ahí la importancia de detectarlas y atenderlas por parte de los padres de familia o cuidadores, así conlcuye el psicólogo Ricardo Hernández Brussolo.
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