Por Guadalupe Escobedo Conde
“Quisiera tener cosas dulces que escribir, pero tengo que decidir y me decido por la rabia, 5 mujeres hoy han sido asesinadas y a la hora por lo menos 20 mujeres violadas” así inicia el canto hecho himno de muchas colectivas feministas en Latinoamérica, es letra de la activista guatemalteca Rebeca Lane y lo titula “Ni una menos”, “Cuéntanos bien en las calles somos miles, desde México hasta Chile y en el planeta entero, en pie de lucha porque vivas nos queremos, no tenemos miedo, no queremos a ni una menos”. Este canto en grito de lucha volvió a retumbar en las calles ayer, pero nos ganó el gol de la mano del patriarcado.
Maradona murió y hoy la prensa no habla de nosotras, ni de las víctimas de feminicidio, las desaparecidas o violadas, se fue a interiores o más abajo la noticia de dos asesinadas más, de la niña violada y las muchas acosadas. Es el juego del hombre, el que todos juegan, lo que está en primera plana. Son ellos, los dueños de la agenda mediática.
Desde hace más de 30 años redes de periodistas feministas documentan la labor de las mujeres en los medios, su escasa participación en los puestos directivos y como son tratadas las noticias de género en la prensa, televisión y radio tradicional, ahora estudian también su huella en las redes digitales. Las mujeres son discriminadas dentro y fuera de las redacciones.
La disparidad de la visión femenina en las redacciones se ve reflejada en las portadas y primeras planas. Ahora mismo estamos en tránsito de 16 días de activismo por los derechos humanos de las mujeres, agenda propuesta por la ONU, pero el tratamiento sesgado de los medios, las relega a páginas de interiores, reportajes de color, notas sin seguimiento, ni investigación. De pronto, otro feminicidio “espectacular” se robará la plana, le seguirá el discurso oficial y darán vuelta a la página.
Por ello es importante la creación de cada vez más espacios digitales como CIMAC, que dirige Lucia Lagunes y que desde hace tres décadas inició el camino para el periodismo con visión de género en este país.
Lagunes Huerta colaboradora permanente en Radio UAT, la emisora de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, puntual, cada jueves desde la CDMX envía su aporte para las audiencias y precisamente en el análisis de esta semana habló de: “las dos lecturas de la realidad, una que cree que la violencia contra las mujeres nació con el neoliberalismo y la que ha estudiado y sabe que la violencia contra las mujeres existe desde que el mundo es mundo, y que la desigualdad de poderes vitales entre mujeres y hombres, la discriminación, el machismo y la misógina, son elementos de un sistema que hizo de la violencia el instrumento de sometimiento y avasalle contra las humanas”.
Con este sentido de sororidad con las causas feministas, RadioUAT, se une a la campaña “16 días y contando” de la Radio Internacional Universitaria (RIU) Red de Redes y junto con más de 500 emisoras de radio del planeta, se expresa “con absoluta firmeza contra todo tipo de violencia hacia la mujer”.
Durante este periodo, en la barra programática transmite la coproducción radiofónica de la Comisión de Género, Igualdad y Diversidad de la RIU, dirigida por Concepto Radial del Tecnológico de Monterrey Campus Ciudad de México, con contenidos que convocan al pensamiento y la reflexión sobre la igualdad de género. Son historias, testimonios, poemas y documentos sonoros elaborados por radios de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, España, Estados Unidos y México con el objetivo de visibilizar la otra pandemia y presentar a nuestras audiencias “16 acentos distintos hablando sobre un mismo problema: la violencia contra la mujer”.
Volviendo al juego del hombre, no voy a desmitificarles aquí a su dios, pero su figura también nos deberá servir para ejemplo a no seguir por su comportamiento violento, machista y misógino, en la vida paralela que no descubren los medios, Diego Armando deja para la historia el registro de agresiones hacia su ex esposa, hijos no reconocidos en Italia y demandas inclusas por pensiones alimentarias.
“Díganme loca, histérica y exagerada, pero hoy canto (escribo) en nombre mío y de todas mis hermanas. No, nos acusen de violentas, esto es autodefensa. Estamos en resistencia, ya no somos indefensas” canta la socióloga y poeta Rebeca Lane.