En Boca de Todos
Por Guadalupe Escobedo Conde
Abuelidad
No sé cuándo ni cómo se empezó a acuñar la frase de “la edad de oro” para referirse a la población de más edad, otros adjetivos que les han impuesto son: “de la tercera edad” “adultos en plenitud” “de juventud acumulada” y ahora la UNAM menciona “abuelidad” en cualquier caso, nos referimos a personas que generalmente dedicaron su vida al trabajo o al cuidado de la familia, son los más viejos de los segmentos poblacionales, pero los más importantes para el desarrollo pleno de nuestras familias, de la sociedad entera.
Son transmisores natos de costumbres y valores, son pilares y ejemplo para muchos hogares, aunque últimamente están desvalorizados. En nuestro país más de once millones 960 mil habitantes tienen entre 60 y 79 años y esta cifra va en aumento y para el 2020 alcanzara más de 12 millones 425 mil individuos.
Tal día como ayer se les conmemoró la efeméride del Día del Abuelo o del Adulto Mayor, cada 28 de agosto se ofrecen cifras y datos de la condición de vida de los mayores, luego vuelven a ser invisibilizados, incluso maltratados o abusados por sus propias familias, en muchos de los casos se convierten en cargas económicas y de cuidado al final de sus días. Y no es que se vuelvan improductivos, sino que se les va marginando de actividades sociales y relegando tareas que no les corresponden, unas las aceptan con gozo, como el cuidado de los nietos, pero sin el pago que el presidente les prometió al quitar subsidios a estancias infantiles.
En la última etapa de la vida, muchos mexicanos carecen de seguridad social, pensión y servicio médico, según reportes del INEGI al 2015 apenas un millón 700 mil adultos seguían activos en un empleo, pero no todos con certidumbre laboral para gozar de aguinaldo, servicios de salud o incapacidades, en este segmento también la población femenina es más afectada que los varones.
Pero no todo está perdido, estudiosos de la UNAM refieren que sucesos históricos, culturales y sociales van replanteando a una nueva generación de personas adultas, de “abuelidad”, ahora el envejecimiento es un proceso hasta cierto punto y sin ir contra natura, jovial. Son abuelos que se preocupan por su salud, la activación física y mental y hasta incursionan en redes sociales, son emprendedores o activistas en grupos sociales. Por lo que se estima que en corto plazo se vea un cambio en la concepción social sobre los viejos.
En tanto, es importante hacer conciencia del apoyo, sobre todo emocional, que precisan para una vida digna, como nadie los enseño a ser padres, a nosotros tampoco se nos enseñaron como responder ante sus necesidades de adulto, pero deben ser tratados con respeto y dignidad, además de valorarlos como creadores de nuestras propias vidas. Más allá del apapacho de la festividad, que todos lo días le sean plenos y consentidos por su edad de oro.
En Boca Cerrada
Mientras se prepara el presidente para su gran día, nos bombardean sus spot en radio, tv y redes sociales, a la vieja usanza, en primer plano él mismo, en segundo también y de fondo su lenguaje, nadie más tiene la palabra, y comienzan sus dichos con frase jocosas: “imaginen” “no es por presumir” “doy gracias al pueblo de México”, con este preámbulo no es difícil imaginar que en la presentación estelar que tendrá el domingo, nos dibujará una patria donde no pasa nada.
El ego de todos los presidentes de México no cambia, todos en su día informan al pueblo sus cifras maquilladas, se engolosinan con el culto que reciben de sus cercanos y entran en un estado límbico para creerse que son dueños de una nación, con matices rosas, ¿Hará falta diamantina morada en su rostro?